En Navidad y Año Nuevo se disparan las concentraciones de cocaína y éxtasis en las aguas de algunos ríos, según revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) en el Llobregat. El trabajo, publicado recientemente en la revista Environmental Science & Technology , concluye que los ríos pueden servir como indicadores del uso y consumo de drogas. “Las drogas, una vez consumidas, son excretadas y pueden llegar inalteradas o en forma de metabolitos a las plantas de tratamiento de aguas residuales (EDARs)”, explican Maria Teresa Galcerán y Maria Huerta, coautoras del estudio. Las investigadoras comprobaron que los tratamientos aplicados en las depuradoras no eliminan completamente las drogas, por lo que éstas también aparecen en las aguas tratadas que se vierten a ríos y lagos. Para demostrarlo, entre mayo de 2006 y abril de 2007 realizaron un muestreo secuencial del río Llobregat, en Cataluña. En sus análisis se puso de manifiesto que en zonas próximas a la desembocadura, donde se encuentra la mayor concentración de población, el río lleva cada día cargas de entre 1 y 15 gramos de cocaína, de 1 a 8 gramos de éxtasis y de 0.08 a 4 gramos de anfetamina. Además, los datos revelan que en verano y en invierno las concentraciones son más elevadas que en primavera y otoño, alcanzando los niveles máximos en las fiestas navideñas.
Pobres peces...
0 comentarios:
Publicar un comentario