jueves, 31 de octubre de 2013

Miedo (humor).


Los seres humanos no estamos preparados para el miedo, no nos sabemos comportar con dignidad.





No hay más que ver la cantidad de estupideces
que hacemos cuando tenemos miedo.

Porque vamos a ver,
tú estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño, ¿y qué haces? ¡Te tapas con la sábana!
¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sábana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡Hombre, por favor!

¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, que ya tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien, fantástico. ¿Se imaginan que un día nos encontrásemos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?:
- Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?
- A veeer..., hay que ganarse las lentejas.
- ¡Pero hombre de Dios! Salga de ahí que se va a quedar frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusilla. Máteme en la cama, que estará más cómodo.

Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro?

Otra situación. Oyes un ruido raro en casa y te levantas, acojonao, en calzoncillos, y preguntas: -¿Hay alguien ahí? ¿Pero qué te crees, que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, te dé a gusto. ¡Ay!

Otra. Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuese Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú acojonado. ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asita de plástico que hay encima de la puerta. Ya se puede estampar si quiere, que tu vas cogido a la asita... En esta situación lo que hacen las madres es agarrarse al bolso y ponérselo delante, como si fuese un airbag.

¿Y cuando vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltas también las manos del manillar. Eso es. Pero ¿qué crees que va a pasar? ¿;Que vas a salir volando como E.T.?

Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo. Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy biebebeben! Eso es, da más datos. Lanza una bengala.

¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un atracador, pensará: "Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué nochecita llevo". Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa, que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares?

¡Ay! El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño: "Brramb". ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor.

No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si por ejemplo hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tiene problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un móvil en posición vibrador.

Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacia ti y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo, quedarse quieto. Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta: gritar. Claro que sí, muy lógico. Si estás friendo un huevo y se te prende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco: -¡¡Que se me queman los huevos!! Y si viene otra persona, se une a ti con sus gritos: -¡Que se te queman los huevos! Pero ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Hombre, por favor!

Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo. Ahora, eso sí, ¡que me esperen muchos años!

lunes, 28 de octubre de 2013

Los nuevos contadores de la luz, bajo sospecha




Sin hacer demasiado ruido y bajo la promesa de numerosas ventajas, Endesa está llevando a cabo una progresiva sustitución de los antiguos contadores de la luz por otros electrónicos que pasarán a ser controlados a distancia. Las voces de alarma ante la indefensión de los usuarios y los riesgos para la salud que esto puede generar, no se han hecho esperar.


Parece que las altas instancias políticas y las compañías eléctricas han vuelto a aliarse para hacerle la vida un poco más difícil al sufrido ciudadano. Siguiendo las directrices marcadas por la Comisión Europea, el Gobierno español dictaminó a finales del 2007 que los tradicionales contadores de la luz de ámbito doméstico deberán ser sustituidos en su totalidad por unos modernos equipos de telegestión antes del 31 de diciembre de 2018 (sólo en Barcelona, ​​Endesa llevaba ya instalados 200.000 a finales del 2012 y prevé sustituir 57.000 más este año).
Desde entonces, tanto Endesa como Iberdrola (la otra eléctrica que opera en nuestro país) se han apresurado a “vendernos” las virtudes de los nuevos dispositivos electrónicos que, además de posibilitar la lectura del consumo eléctrico real a distancia, deberían permitir también saber en qué horas se gasta más y facilitar el cambio de potencia y tarifa. Unas promesas teñidas de modernidad tecnológica, eficiencia energética y ahorro económico que a la hora de la verdad están resultando ser un caramelo envenenado.

Estos nuevos contadores han levantado ya una considerable polvareda en varios países donde se han instalado, como Estados Unidos y Alemania, donde el rechazo social que han llegado a generar ha sido tal que ha obligado incluso a las autoridades a replantearse la cuestión, introduciendo modificaciones importantes (cambio de la emisión por radiofrecuencia a la fibra óptica) y abriendo la puerta a que los ciudadanos que lo deseen puedan recuperar los contadores de toda la vida. En nuestro país, la voz de alarma ha empezado a sonar con fuerza en la comarca del Bages, donde un grupo de personas muy sensibilizadas con esta problemática se han empezado a organizar y a constituir como asociación (Salud Activa) para alertar a la ciudadanía de los riesgos que llevan asociados los nuevos contadores y hacer un llamamiento a la movilización. Los miembros de Salud Activa ya se han puesto en contacto con otros colectivos para compartir información y empezar a ganar fuerza, y fruto de estos contactos es como ha nacido la estrecha colaboración con la asociación barcelonesa ENSALUT, entidad federada a la Plataforma contra la contaminación electromagnética PECEEM e integrada por personas que sufren problemas de electrosensibilidad. Una enfermedad creciente y directamente relacionada con uno de los principales puntos oscuros de los llamados “contadores inteligentes”, el que tiene que ver con el preocupante impacto para la salud que pueden llegar a tener las señales que éstos emiten.
Estas señales son de dos tipos, de radiofrecuencia (PLC), que circulan por la red eléctrica ya existente pero con una potencia mucho mayor, y las microondas de los concentradores de zona, que reciben las primeras señales y las emiten a la central de la compañía de forma similar a la tecnología wifi, pero con una frecuencia y radiación también mucho más elevadas. Aunque el impacto del primer tipo de emisiones no está tan estudiado como el segundo, los entendidos en la materia, como es el caso de Josep Maria Singla, ingeniero técnico especializado en electrónica y miembro de Salud Activa, señalan que éstas deberían estar debidamente aisladas y supervisadas, tal y como aconseja la normativa que regula los electrodomésticos, aunque desgraciadamente, luego en la práctica, resulta que no es así. Además, los varios casos ya documentados de personas que han empezado a sufrir serias alteraciones (persistentes dolores de cabeza, hemorragias nasales, perturbaciones en el sueño…) coincidiendo con la instalación de los nuevos contadores, dan mala espina. Y por si fuera poco, las emisiones por microondas (FEM) aún son más inquietantes, pues se añadirán al gran número de antenas de telecomunicaciones ya existentes en nuestras ciudades, obviando todas las advertencias que señalan, cada vez con más evidencias, su gran riesgo potencial para nuestra salud.
Usuarios desamparados
Aparte de las serias repercusiones para la salud, la instalación de estos nuevos dispositivos puede conllevar también otras consecuencias que, a la postre, parece que dejarán al usuario un poco más desamparado. Por un lado, no se podrá tener acceso directo a los niveles de consumo, pues la información que se registre pasará a estar completamente informatizada y en manos de la compañía. Y más allá de lo que se nos diga o se haga a distancia, tampoco habrá forma de saber si los aparatos están bien equilibrados, posibilidad que hasta ahora sí existía con los controles de metrología. Y mal vamos si la única garantía va a ser tener que fiarnos de la compañía, pues en este sentido, aunque Endesa asegura que el correcto consumo energético de los nuevos contadores está certificado con independencia por el Instituto Tecnológico Español (ITE), lo cierto es que ya se han producido varios casos de usuarios a los que les han empezado a llegar desorbitantes facturas hasta un 300 y 400% más caras…
Pero aquí no acaba todo, pues a partir de ahora, según nos ha revelado Salud Activa, los nuevos contadores también medirán y facturarán a nivel doméstico la corriente reactiva (de motores, fluorescentes y bombillas de bajo consumo) y podrán basarse en los picos puntuales como indicativo para cortarnos el servicio o pedirnos que contratemos una potencia superior con el argumento de que nuestro consumo es demasiado elevado. Ya no tendremos tampoco la libertad de comprar o alquilar el contador que queramos (sólo será posible alquilar el modelo de la marca Enel, del grupo de Endesa) y parece ser que la incompatibilidad entre los sistemas que utilizarán Endesa e Iberdrola impedirá el trasvase de información para poder llevar a cabo un buen plan energético. Además, el nuevo sistema informático permitirá también a las compañías tener un acceso total a nuestros hábitos de consumo, con la correspondiente pérdida de privacidad que ello conlleva.
Así pues, por mucho que las compañías se esfuercen en asegurar que los nuevos contadores no presentan ningún problema, lo cierto es que su instalación se ha iniciado sin estudios (tal y como reconoce Endesa, con respecto al impacto sobre la salud) ni garantías suficientes. Y si a esto le añadimos toda una serie de riesgos asociados y los casos de afectados que ya se han registrado, se entiende perfectamente que la desconfianza y la necesidad de movilización ciudadana ante la que se avecina sean más que razonables.
Una llamada a la acción ciudadana
Uno de los portavoces de Salud Activa, Josep Maria Singla, anima a los usuarios y ciudadanos en general a ejercer la desobediencia civil oponiéndose a la instalación de los nuevos contadores en su casa. Además de ofrecer asesoramiento legal y hacer de canal de comunicación con la compañía eléctrica y las instituciones, su agrupación está organizando charlas de información y concienciación con expertos en la materia por todo el territorio catalán. Según él, “necesitamos la unión de diferentes voces y colectivos implicados para generar debate y que éste vaya creciendo hasta conseguir que las autoridades se lo replanteen. Otros países ya han demostrado que es posible”.
 
 
 Texto: Daniel Gomis ·

jueves, 24 de octubre de 2013

Los tres pilares de una relación perfecta

Quizás te preguntes los ingredientes de una relación ideal y estés confundido entre el grado de atracción física y las cualidades de la persona.
En realidad los tres pilares de una relación perfecta son: amor, sexo y romanticismo
¿Cómo es eso Edgar?
El amor es conocer a tu pareja. Sabes porqué actúa como actúa y la quieres como es. Sin querer cambiarla. Es aprender a tenerle cariño a su vida. El amor es más espiritual.
Pero cuando no existe sexo satisfactorio o atracción sexual, llega el aburrimiento y la falta de emoción. Y se origina la ruptura amorosa.
¿Y si no he tenido relaciones? Un buen indicador es la atracción física que sientes por tu pareja. Lo que disfrutes besarla y acariciarla. He escuchado amigas que me dicen “No me gusta mi novio, pero me cae bien”. Es el caso típico, en que hay un poco de amor, pero no existe la emoción de las caricias y los besos.
Esa relación está destinada a fracasar tarde o temprano, por la necesidad de sentir la emoción del sexo. Esa vocecita va a gritar molesta por esa necesidad, hasta que acabe por incomodarte y gritarte. Vas a tener que dejar a tu pareja si no te emociona sexualmente.
Existen matrimonios que sobreviven sin él. Alguna vez le preguntaron a la cantante Paquita la del Barrio como era la intimidad con su pareja que murió, y que había sido inspiración de algunas de sus canciones: “Ya no había intimidad –respondió con tristeza – pero con el amor que yo sentía por él, con eso me bastaba”.
Sin la emoción del sexo, ninguna pareja puede sentirse plena. Pero puede sobrevivir. El ingrediente más importante en una relación de pareja es el amor.
Una relación que se basa solo en la emoción del sexo, está destinada a fracasar también. Tener intimidad sin amor, lleva a sentir vacío. Es como una droga de efectos embriagantes al momento del acto o las caricias. Pero después, el efecto secundario es de vacío. Tu vocecita interior va a seguir diciéndote “basta, necesito algo emocional” hasta gritarte y que no tengas más remedio que escucharla. Vas a tener que dejar a tu pareja para sentir la emoción del amor.
El tercer ingrediente es el romanticismo. Si eres afortunado, y el dúo dinámico, amor y sexo, llenan tu vida, estás a un paso de tener una relación ideal. Pero falta el tercer mosquetero: el romanticismo.
¿Qué significa romanticismo para un hombre y para una mujer? Para las chicas, que un hombre le lleve rosas, se acuerde de los aniversarios, le abra la puerta del coche, le arrime la silla cuando se vaya a sentar. Le sirva la bebida cuando están a la mesa. Que le diga lo atractiva que se ve.
Nunca me ha dejado de impresionar que las mujeres me digan que les sorprende que les arrime la silla y esté atento a servirles la bebida cuando la necesitan, aunque solo sean mis amigas “ya no hay hombres así”.
Si eres hombre, aplica estos detalles con las mujeres. Te sorprenderás como yo de sus comentarios.
También les encanta que las lleves de compras. Puedo ver las caras de felicidad de las mujeres al escribir esto. También los pucheros de desagrado de los hombres. Lo se. Pero las chicas me han confesado que no hay nada que les suba más los ánimos que llevarlas de compras.
¿Qué considera romántico un hombre? Que lo admires. Que lo elogies. Que lo apoyes en sus sueños. En el fondo, los hombres hacemos cosas movidos por el deseo de agradarle a una mujer. Si compramos un coche, pensamos en la admiración que despertaremos en las chicas. Si obtenemos un ascenso en nuestro trabajo, pensamos en lo que nos dirá nuestra pareja.
Por eso mujer, lo más anti-romántico que puedes hacer por un hombre, es decirle que es un fracasado. Que no gana lo suficiente. Que tiene que “echarle ganas”. Que lo critiques y señales sus defectos “por su bien”. No importa que lo hagas porque te consideres sincera, o para que mejore. Ninguna crítica jamás ha servido para mejorar a ningún hombre. Pero sí para hacerlo sentir menos y destruir su deseo de triunfar. Así de simple. ¿O acaso ha mejorado con tus críticas? Piensalo.
Por eso una mujer tiene el poder de elevar a un hombre o llevarlo al fracaso. Si elogias las pocas cosas positivas que veas en él, se va a sentir grande y va a mejorar automáticamente sus aspectos débiles.
Hay mujeres que compiten con un hombre. Tratan de demostrarle que hacen mejor las cosas que ellos.
Un hombre que se siente acribillado por críticas o una mujer competidora, tenderá a sentirse menos y dejará a su pareja por alguien que sí lo impulse. Punto.
Buscará amantes si ya es casado. O se abandonará así mismo, convencido que es un fracasado y así actuará el resto de su vida.
La mayoría de las discusiones en la pareja se deben a la falta de comprensión del romanticismo. Si una mujer entiende que destruye a un hombre si lo critica o presiona por que no gana suficiente dinero, deja de hacerlo. Lo motiva y ve con él que cosas pueden hacer juntos para obtener dinero. Si el hombre comprende la necesidad de su pareja de sentirse una dama, con detalles como unas flores rojas y arrimarle la silla, de decirle lo guapa que está, lo hace.
Cuando comprendas lo importante del romanticismo, la mayoría de tus discusiones de pareja desaparecerán.
El romanticismo por si solo, sin amor y sexo, no puede lograr mucho. Es el caso de las mujeres que tienen un pretendiente que es muy atento con ellas, aunque no les llama la atención. Se preguntan si será bueno darle una oportunidad. Pero cuando lo aceptan, se dan cuenta que no les gusta ni a patadas (atracción sexual) y que no sienten cariño hacia su vida y no lo aceptan como es (amor).
A este hombre, lo dejan más que rápido.
Una relación perfecta es como una mesa con tres patas: amor, sexo y romanticismo.
No hay nada más hermoso que reúnas estos tres ingredientes en una relación de pareja. Yo alguna vez lo experimenté, y en verdad es lo más hermoso que puedes sentir. La energía y la emoción que dan a tu vida no tienen comparación con ningún otro placer.
La mesa puede mantenerse de pie tambaleante con una sola pata: la del amor. Pero en ningún caso con cualquiera de las otras dos, romanticismo y sexo, si no hay amor.
Y tu relación ¿Cuántas patas tiene?
Espero que la comprensión de estos ingredientes te ayude a ser más feliz en tu relación de pareja.

Colaboración de Edgar Martínez

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuando se acabe la crisis

La autora de este artículo publicado en El País hace pensar:
Será así cuando termine la crisis?
  
 

El día que acabó la crisis

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios

CONCHA CABALLERO
Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado. Correrán ríos de tinta escritos con nuestros dolores, celebrarán el fin de la pesadilla, nos harán creer que ha pasado el peligro aunque nos advertirán de que todavía hay síntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaídas. Conseguirán que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud crítica contra los poderes y nos prometerán que, poco a poco, volverá la tranquilidad a nuestras vidas.

Un buen día del año 2014, la crisis habrá terminado oficialmente y se nos quedará cara de bobos agradecidos, nos reprocharán nuestra desconfianza, darán por buenas las políticas de ajuste y volverán a dar cuerda al carrusel de la economía. Por supuesto, la crisis ecológica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permanecerá intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habrán puesto punto final a esta crisis estafa -mitad realidad, mitad ficción-, cuyo origen es difícil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 años en derechos y en salarios.

Un buen día del año 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta límites tercermundistascuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una nómina escuálida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperación, ENTONCES LA CRISIS HABRÁ TERMINADO.

Un buen día del año 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazaña; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria;cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestación; cuando las pensiones sean tardías y rácanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, ENTONCES SE HABRÁ ACABADO LA CRISIS.

Un buen día del año 2014, cuando hayan conseguido una nivelación a la baja de toda la estructura social y todos -excepto la cúpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector-, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, ENTONCES NOS ANUNCIARÁN QUE LA CRISIS HA TERMINADO.

Nunca en tan poco tiempo se habrá conseguido tanto. Tan solo cinco años le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastación tan brutal del paisaje social solo se había conseguido en Europa a través de la guerra. Aunque, bien pensado, también en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duración de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuándo saldremos de la crisis, sino cómo saldremos de ella. Su gran triunfo será no sólo hacernos más pobres y desiguales, sino también más cobardes y resignados ya que sin estos últimos ingredientes el terreno que tan fácilmente han ganado entraría nuevamente en disputa.

De momento han dado marcha atrás al reloj de la historia y le han ganado 30 años a sus intereses. Ahora quedan los últimos retoques al nuevo marco social: un poco más de privatizaciones por aquí, un poco menos de gasto público por allá y voilà: su obra estará concluida. Cuando el calendario marque cualquier día del año 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los años setenta, decretarán el fin de la crisis y escucharemos por la radio las últimas condiciones de nuestra rendición.
 
Uno de los artículos más lucidos y nítidos.
 
Concha Caballero (Baena, Córdoba, 1956) fue la portavoz del grupo de Izquierda Unida en el Parlamento de Andalucía en la legislatura 2004-2008.
Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de Literatura en un instituto público. Abandonó la política decepcionada con su coalición electoral.
En abril de 2009, Rosa Aguilar, recientemente nombrada consejera de Obras Públicas, le ofreció ser su brazo derecho en esta nueva etapa política.
Profesora de Lengua y Literatura. Ya hace muchos años pasó, felizmente, el ejercicio de la política a ser analista y articulista de diversos medios de comunicación (El País, ahora de la SER, Meridiano de Canal Sur Televisión). Amante de la literatura. Firmemente humana con los temas sociales.

 
Si estáis de acuerdo con su contenido, difundir entre los amigos, merece la pena.

martes, 8 de octubre de 2013

¿Qué es el “Juanete”?

Aunque el término "juanete" es bien poco glamoroso, esta condición es más frecuente de los que se piensa. Conoce en qué consiste y qué puede hacerse al respecto.

El nombre científico del popularmente conocido juanete es Hallux Valgus. Se le denomina así al abultamiento anormal que se forma en la base del dedo gordo. Consiste en una deformación ósea de la primera articulación metatarso falángica del pie. Debido a un mal equilibrio de fuerzas, el alineamiento óseo es incorrecto. La primera falange, correspondiente al dedo gordo, se desplaza hacia adentro pudiendo con el tiempo incluso montarse sobre el dedo que sigue.
Esta condición puede ocurrir por muchos motivos. Por lo general predomina el factor genético, pero malos hábitos asociados pueden empeorar la situación. Las bailarinas de ballet, por ejemplo, suelen desarrollar esta condición. Un pie plano poco cuidado también es un factor predisponente.

El “juanete” como vemos corresponde a una condición mecánica y no a una falta de higiene. Hay quienes lo asocian a problemas dermatológicos como la micosis, pero no tiene nada que ver. Es al médico traumatólogo al que se debe consultar.
Al comienzo puede no generar dolor, pero cuando la deformidad es evidente suele haber dolor en la articulación. En ocasiones puede inflamarse y podemos observar el área levemente enrojecida y con un aumento de temperatura local. Además del dolor y de los signos visibles la mayoría de la gente consulta por estética.
Con el tiempo esta condición genera problemas en el resto de las articulaciones del pie, ya que deben adaptarse a la deformidad o juanete. Por lo mismo, lo ideal es consultar cuanto antes. En etapas tempranas el tratamiento conservador para juanetes, es decir, no quirúrgico, puede frenar de cierta forma la progresión de la deformidad. Para estos casos existen ciertos vendajes, acolchados y separadores de dedos especiales para esta condición. El objetivo es disminuir la presión de la articulación. Sin embargo, cuando la deformidad por juanete es excesiva y las medidas anteriores no parecen frenar el problema, es la cirugía el tratamiento de elección.
Algunos tips que pueden ayudar con los juanetes:
  1. No usar zapatos que terminen en punta.
  2. Usar siempre separadores de dedos (hay unos de silicona lavables que son bastante útiles).
  3. No usar tacos demasiado altos (aumentan mucho la presión de la zona metatarso falángica).
  4. Si hay dolor aplicarse hielo local por 10 a 15 minutos.
  5. En el caso de estar indicadas, revisar las plantillas en forma periódica y consultar por plantillas especiales para hacer deporte.
  6. Sentado en una silla y con ambos pies apoyados en el suelo, intentar separar los dedos de los pies. Es difícil localizar este ejercicio, por lo que al principio puedes aliviar tu mismo la presión del pie llevando el dedo gordo hacia afuera, como corrigiendo la alineación y manteniendo unos segundos.

 
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