domingo, 22 de febrero de 2009

Historia del Carnaval


Las verdaderas orígenes del Carnaval todavía son una incógnita. No hay como comprobar científicamente dónde y cuándo nació el Carnaval. Los estudios estiman que los primeros cultos que más tarde se denominarían Carnaval fueron realizados años antes de Cristo, en la agricultura, cuando los campesinos se reunían en verano con los rostros enmascarados y los cuerpos totalmente pintados, alrededor de una hoguera, para celebrar la fertilidad y productividad del suelo, bien como alejar los malos espíritus de la cosecha. La primera concentración carnavalesca se localiza en Egipto. La fiesta no era nada más que danza, cánticos, y los participantes usaban máscaras y disfraces como símbolo de la inexistencia de clases sociales. Después la tradición llegó a Grecia. Allá por el siglo VI a. C., existía la costumbre de pasear un barco con ruedas (carrus navalis) donde la gente bailaba todo tipo de danza. En Roma el carro era dedicado a la diosa egipcia Isis, propagando el culto a los celtas y germanos. Las ceremonias tenían un punto en común. Estaban asociadas a fenómenos espirituales, astronómicos y a ciclos naturales, y se manifestaban a través de expresiones como la danza, los cánticos, la sátira, las máscaras, y el desorden. En una sociedad con tantas diferencias sociales, las fiestas suplían la necesidad de libertad para todos. Ricos y pobres se mezclaban durante el carnaval sin reconocerse.
Enseguida, el carnaval llega a Venecia, y de ahí a todo el mundo. Y poco a poco fue moldeando sus características, dependiendo de las costumbres propias de cada país. Pero, por lo general, el carnaval se define a través de máscaras, disfraces, carrozas, desfiles, bailes, etc.

Otro detalle a tener en cuenta es que la fecha de carnaval varía de un año a otro. Y está marcada en nuestro calendario por la Iglesia Católica que la calcula según la fecha del Domingo de Pascua de Resurrección. Al principio la iglesia era contra el Carnaval. Lo consideraba demasiado permisivo a las emociones, placeres, y deseos de la gente. Para la iglesia, el carnaval representaba el desorden, lo prohibido. Pero aún así, el carnaval seguía, y la iglesia, sintiendo que le era imposible impedir el Carnaval, acabó adoptando oficialmente la fiesta, en 590 d. C. pasando a programar su calendario. El primer miércoles después del carnaval, llamado “miércoles de cenizas”, da inicio a la cuaresma, periodo en que se debería abstenerse de todos los tipos de placeres como la carne, el huevo, el sexo, la diversión en general. En razón de eso, el carnaval se calcula en relación con la Semana Santa. Entre el Miércoles de Ceniza y el Domingo de Pascua de Resurrección han de pasar 45 días.

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