Los llamados ladrones de chatarra han logrado culminar con éxito su último golpe en Rusia: Robar un puente de 200 toneladas de masa. Lo más meritorio es que nadie se ha enterado. Ha ocurrido en la ciudad rusa de Khabarovsk. Según avanza la web Metro.co.uk, la estructura metálica de 11 metros y medio de largo se ha esfumado. Los más perjudicados son los trabajadores de la central eléctrica de la ciudad, ya que el puente era una parte imprescindible de la única carretera que conduce hasta allí. “Ahora que no hay puente, haremos puente”, bromea uno de los empleados. La compañía ha declarado que el coste de construir un nuevo puente podría ser 10 veces mayor que lo que saquen los ladrones por vender el anterior. Es por eso que han lanzado una oferta pública a los cacos allí donde se encuentren. Esta no es la primera vez que en los últimos años alguien roba un puente. En septiembre pasado, también en Rusia, despareció otro.
sábado, 11 de octubre de 2008
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